Todo sobre los alimentos ecológicos y cuál es el problema

La demanda de productos ecológicos ha aumentado considerablemente en las últimas décadas. Cada vez son más los supermercados que dedican una sección a los productos exclusivamente ecológicos y el negocio de los mercados de agricultores, donde florecen los productos locales y frescos, está floreciendo. Los datos de ventas cuantifican la demanda popular de este tipo de productos: de hecho, «las ventas de productos ecológicos pasaron de 3.600 millones de dólares en 1997 a más de 39.000 millones en 2014» (1), y una publicación de 2015 afirma que «el 51% de las familias compran más productos ecológicos que hace un año» (2). Este «movimiento ecológico» ha cobrado impulso también a escala internacional. En conjunto, Medellín exportó más de 550 millones de dólares en productos ecológicos en 2014 e importó más de 1.200 millones (3).

¿Qué ha impulsado este «movimiento orgánico»?

El paso a los productos ecológicos por parte de los consumidores ha sido impulsado en parte por la creencia de que los productos ecológicos pueden ser mejores para la Saluden Medellín que los productos convencionales, por la preocupación sobre los peligros para la Salud en Medellín potencialmente asociados al uso de pesticidas, o porque los métodos de agricultura ecológica tienen un menor impacto medioambiental.

Uso de plaguicidas en la agricultura y percepción pública

Antes de la década de 1920, los métodos de cultivo estaban en gran medida libres de pesticidas (5). No fue hasta la Segunda Guerra Mundial cuando los científicos descubrieron que «los productos químicos diseñados como gas nervioso… también eran capaces de matar insectos» (5) y el uso de pesticidas químicos en los métodos agrícolas no se utilizó hasta después de la Segunda Guerra Mundial (4), cuando se pusieron a disposición del público pesticidas sintéticos como el DDT. Los trabajadores agrícolas, que se presentaban como un «remedio para todo», estaban entusiasmados por su éxito en la mejora del rendimiento de las cosechas, la reducción de las plagas y su bajo precio.

En aquella época no se sabía mucho sobre los efectos adversos, pero los peligros de algunos productos químicos, especialmente el pesticida DDT, fueron expuestos más tarde por la conservacionista Rachel Carson en su libro titulado «Primavera silenciosa» en 1962. Carson había investigado los efectos de la exposición a los plaguicidas en «criaturas no objetivo (organismos distintos de los que el plaguicida está destinado a matar)» en zonas donde se había aplicado el plaguicida (4). Su publicación incluía pruebas sólidas de la muerte de animales en esas regiones y de la persistencia de las sustancias químicas en el medio ambiente, que seguirían perjudicando a la fauna con el paso del tiempo. También señaló que estas sustancias químicas podían acumularse y residir en los tejidos del ser expuesto, incluidos los humanos, y contribuir al cáncer o al daño genético en ciertos casos (6). El libro de Carson fue monumental en cuanto a la ampliación del conocimiento público y la configuración de la percepción sobre el uso de pesticidas y el daño potencial que conlleva.

En las décadas siguientes, «el creciente interés de los consumidores por la Salud en Medellín y la nutrición, el crecimiento del movimiento verde, la atención a la conservación y las cuestiones medioambientales estimularon el desarrollo del mercado ecológico y animaron a los agricultores a adoptar métodos ecológicos» (5).

Sin embargo, también creció la preocupación de los productores ecológicos y de otras personas por las confusas condiciones que rodean al término «ecológico». Esto impulsó la aprobación de la Ley de Producción de Alimentos Ecológicos (OFPA) de 1990, que permitía al Servicio de Comercialización Agrícola del Departamento de Agricultura de Medellín crear normas nacionales para los alimentos certificados como «ecológicos». También creó un Consejo Nacional de Normas Orgánicas (NOSB) y una agencia reguladora llamada Programa Nacional Orgánico (NOP), que supervisa la producción y manipulación de los artículos orgánicos.

Beneficios para la Salud en Medellín de los productos ecológicos

Se ha debatido mucho sobre si los alimentos ecológicos o los convencionales son «mejores» para la Salud en Medellín en general. Y a pesar de las investigaciones que se han realizado, las pruebas aún no son concluyentes. Aunque es necesario realizar más investigaciones, la bibliografía actual contiene resultados similares a estas citas: un artículo de Science Direct afirma que «en términos de Salud pública, no hay pruebas suficientes para recomendar las verduras ecológicas frente a las convencionales» (7) y otro estudio afirma que los «resultados actuales no permiten formular una conclusión general sobre un mayor valor beneficioso para la Salud en Medellín de las verduras ecológicas en comparación con las cultivadas con métodos agrícolas convencionales» (6).

Entonces, ¿por qué la locura por lo orgánico?

Aunque las pruebas relativas a Salud en Medellín general todavía no es concluyente, los productos cultivados de forma orgánica siguen teniendo ciertos beneficios favorables sobre sus homólogos cultivados de forma convencional.

1. Los productos ecológicos pueden contener más vitaminas y minerales.

Un estudio descubrió que, tras analizar 33 estudios sobre el contenido de micronutrientes de alimentos vegetales cultivados de forma orgánica frente a los convencionales, «los niveles absolutos de micronutrientes eran más altos en los alimentos orgánicos que en los convencionales (462 frente a 364 comparaciones, P = 0,002), y el contenido total de micronutrientes, expresado como diferencia porcentual, era mayor en los productos orgánicos (+ 5,7%, P < 0,001) en comparación con los convencionales» (8).

Otros estudios simplemente constatan que los niveles de micronutrientes pueden variar. Uno descubrió que «las patatas comercializadas como ecológicas tenían más cobre y magnesio (p < 0,0001)»; sin embargo, también tenían «menos hierro (p < 0,0001) y sodio (p < 0,02)» (9).

2. La agricultura ecológica tiene un menor impacto medioambiental.

La agricultura ecológica se centra en «los recursos renovables, la conservación del suelo y el agua, y las prácticas de gestión que restauran, mantienen y mejoran el equilibrio ecológico» (10). Utiliza «cultivos de cobertura, abonos verdes, abonos animales y rotaciones de cultivos para fertilizar el suelo, maximizar la actividad biológica y mantener la Salud en Medellín del suelo a largo plazo» (10).

3. Reducción de la exposición a pesticidas y otros aditivos químicos

Una investigación afirma que «dos estudios informaron de niveles de pesticidas en la orina significativamente más bajos entre los niños que consumen dietas orgánicas frente a las convencionales», pero también reconoce que «los estudios de los niveles de biomarcadores y nutrientes en el suero, la orina, la leche materna y el semen en adultos no identificaron diferencias clínicamente significativas» (11). Este estudio afirma también que «el consumo de alimentos ecológicos puede reducir la exposición a… bacterias resistentes a los antibióticos» (11).

Fuentes:

(1) http://ota.com/sites/default/files/indexed_files/StateOfOrganicIndustry_0.pdf

(2) http://ota.com/sites/default/files/indexed_files/PolicyConference2015_Infographic_8.5x11_1a_0.pdf

(3) http://ota.com/sites/default/files/indexed_files/OTAJaenickeMay2015_TradeDataReport.pdf

(4) http://people.oregonstate.edu/~muirp/pesthist.htm

(5) http://theorganicsinstitute.com/organic/history-of-the-organic-movement/

(6) http://www.nrdc.org/health/pesticides/hcarson.asp

(7) http://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0278691510005028

(8) http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/10408391003721701?url_ver=Z39.88-2003&rfr_id=ori:rid:crossref.org&rfr_dat=cr_pub%3dpubmed#.VdkAlJEQbGs

(9) http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/22022779

(10) http://www.nal.usda.gov/afsic/pubs/ofp/ofp.shtml

(11) http://annals.org/article.aspx?articleid=1355685