Los cuidadores hacen algo más que cuidar de sus pacientes y atender sus necesidades. Cuidan y fomentan un vínculo que los convierte casi en parte de la familia. A veces, proporcionan más de lo que se les pide.
Muchos pacientes pasan la mayor parte de los últimos años de su vida con sus cuidadores, por lo que es importante que las familias encuentren asistentes sanitarios a domicilio que traten a sus seres queridos como si fueran suyos. Estas son algunas de las cualidades importantes que se deben buscar en un cuidador capaz.
un buen cuidador sabe empatizar.
Para dar al paciente la mejor atención posible, es importante que el cuidador comprenda personalmente y se conecte con lo que está viviendo su paciente. Ser capaz de empatizar permite al cuidador ponerse en el lugar del paciente e identificar y aliviar sus miedos o su malestar.
un buen cuidador es paciente y flexible.
La paciencia y la flexibilidad son cualidades que toda persona que trabaje en el sector de los cuidados debe poseer. Habrá muchos obstáculos en el camino: el paciente se muestra obstinado y poco cooperativo, el horario no sale como estaba previsto o surgen situaciones difíciles. A un cuidador muy rígido le resultará difícil afrontar estas circunstancias de forma positiva.
un buen cuidador se apasiona por lo que hace.
Lo que hace buenos a los cuidadores es la pasión por lo que hacen. Esto significa que no sólo se dedican a ello por la remuneración, sino que se preocupan de verdad por las personas que lo necesitan. Un cuidador apasionado intenta prepararse para las posibles dificultades que pueda experimentar su paciente y toma las medidas necesarias para facilitar las cosas.
Los cuidadores que se apasionan por su trabajo están contentos con lo que hacen, y esto se hace evidente en el trato con sus pacientes, que a su vez responderán positivamente a su actitud entusiasta y animada. Además, estos cuidadores buscan constantemente formas de mejorar su trabajo y, en definitiva, de mejorar la vida de sus pacientes.
un buen cuidador está atento y responde a las situaciones de manera oportuna.
Un paciente, especialmente los ancianos, necesita cuidados y atención constantes. Por lo tanto, el trabajo del cuidador consiste en estar atento a esas necesidades aunque el paciente no las comunique o sea incapaz de hacerlo. Prestar mucha atención a las necesidades del paciente también es crucial porque, en muchos casos, el paciente no es consciente de que necesita ayuda de sus cuidadores y, con poco o ningún aviso, el cuidador debe responder a esas necesidades para evitar imprevistos.
un buen cuidador pone en primer lugar las necesidades de su paciente y es capaz de tomar las riendas cuando es necesario.
Un buen cuidador sabe que su función es asegurarse de que se satisfagan las necesidades del paciente. Pero hay veces en que las circunstancias e incluso las personas, incluida la familia del paciente, dificultan que éste reciba los cuidados que necesita. Cuando esto ocurre, el cuidador debe anteponer el bienestar del paciente y debe ser capaz de hacerse cargo y hacer todo lo posible para que el paciente reciba la atención requerida.
un buen cuidador es un buen comunicador.
La buena comunicación es clave en todas las relaciones exitosas y esto es especialmente cierto cuando se trata de la relación que un cuidador tiene con su paciente y también con la familia del paciente.
Ser capaz de comunicar detalles cruciales sobre el cuidado del paciente en términos claros y sencillos fomenta la comprensión y la confianza. Esto ayuda al cuidador a realizar mejor su trabajo.
un buen cuidador es creativo e innovador.
Atraer la atención de los pacientes no es fácil si se les dan las mismas actividades día tras día. Por lo tanto, es necesario que el cuidador sea creativo en las actividades que se le ocurran. Las actividades deben ser lo suficientemente creativas como para mantener al paciente interesado, involucrado y entusiasmado.
También es esencial que el cuidador sea innovador porque cada paciente es único. Una técnica que funciona con uno puede no funcionar con otro.
un buen cuidador es comprometido y fiable.
El compromiso con el trabajo significa que el paciente y su familia pueden confiar en ti. Estos rasgos son cruciales, ya que la mayoría de las veces el paciente queda totalmente en manos del cuidador.
un buen cuidador es solidario y alentador.
Todo cuidador debe ser capaz de identificar el tipo de apoyo que necesita el paciente y proporcionárselo. También es importante que el cuidador sea alentador porque esto es necesario para ayudar a los pacientes a lograr más de lo que creen que sus capacidades les permiten. Esto es especialmente útil para los pacientes mayores que necesitan realizar ejercicios físicos y mentales con regularidad para mantenerse en forma.
un buen cuidador es honesto y digno de confianza.
La honestidad y la fiabilidad son cualidades indispensables en un cuidador, sobre todo en el caso de los que viven en casa, a los que se les confía no sólo la atención sanitaria del paciente, sino también su hogar y sus recursos.
un buen cuidador es capaz de mantener la confidencialidad.
Parte del trabajo de un cuidador es estar al tanto de mucha información sobre el paciente y su familia. Un buen cuidador sabe guardarse las cosas para sí mismo a menos que divulgar la información sea esencial para la seguridad, el bienestar y la protección del paciente.
un buen cuidador tiene sentido del humor.
Tener sentido del humor es un buen indicador de que un cuidador es capaz de tolerar y afrontar situaciones difíciles, lo cual es esencial porque cuidar implica condiciones que más personas encontrarían duras o desafiantes.
Un cuidador con sentido del humor también hace que la atmósfera que rodea al paciente sea ligera y confortable y esto ayuda al bienestar general del paciente y del cuidador también.
un buen cuidador es capaz de ser emocionalmente duro.
Como seres humanos, es muy difícil que los cuidadores no se vean afectados emocionalmente por sus pacientes. También es natural que un cuidador forme un vínculo genuino con su paciente, lo que le ayuda a realizar mejor su trabajo.
Sin embargo, este vínculo puede ser un inconveniente, sobre todo si el paciente padece una enfermedad grave o se está muriendo. El cuidador debe mantener una actitud fuerte hacia el exterior a pesar de sus sufrimientos emocionales para el beneficio final del paciente.
un buen cuidador debe estar en buena forma física y tener una constitución fuerte.
Los pacientes a los que cuidan son a menudo demasiado frágiles para hacer las cosas cotidianas por sí mismos, por lo que es importante que el cuidador tenga la fuerza física o la resistencia necesaria para ayudar a su pupilo cuando llega la hora del baño o si el paciente necesita moverse de una habitación a otra.
Además, una parte importante de los cuidados implica ocuparse de las funciones corporales del paciente, que a veces son incontrolables. Un buen cuidador acepta esta parte de su trabajo con paciencia, dignidad y respeto por el paciente.
un buen cuidador es capaz de realizar tareas domésticas ligeras.
Preparar comida nutritiva, limpiar, lavar la ropa y hacer recados son algunas de las cosas que un cuidador debe hacer como parte de sus responsabilidades con el paciente. Algunos cuidadores incluso van más allá del deber realizando tareas, como cuidar de los nietos de su paciente que le visitan o cuidar de las plantas o mascotas de sus pacientes.
un buen cuidador tiene experiencia en la monitorización de las constantes vitales del paciente, la temperatura, el pulso, la presión arterial y la respiración.
Saber monitorizar e interpretar las constantes vitales de un paciente es una habilidad esencial, especialmente si el paciente sufre una condición médica particular.
un buen cuidador es capaz de llevar un control de la medicación del paciente y de cuándo debe tomar los medicamentos.
Los pacientes a menudo se olvidan de tomar sus medicamentos o se olvidan de cuáles deben tomar, por lo que el trabajo del cuidador es asegurarse de que su pupilo está tomando el medicamento correcto en el momento adecuado.
un buen cuidador es un profesional consumado.
Los cuidadores no son robots, así que es normal que tengan días «libres» por diversos motivos. Sin embargo, es importante no dejar que los problemas personales se interpongan en sus responsabilidades profesionales. Aunque esto puede ser muy duro, especialmente si el problema personal es grave y difícil de ignorar, la primera responsabilidad de un cuidador es atender las necesidades de su paciente.
Si el cuidador siente que no puede cumplir con sus deberes sin que sus emociones personales se interpongan, entonces hay que hacer los arreglos necesarios para que el paciente no se vea afectado negativamente por las circunstancias.
Ser un cuidador cualificado implica algo más que tener la formación y la experiencia adecuadas, ya que muchos cuidadores capaces han tenido poca o ninguna educación formal o experiencia en el campo. Sin embargo, poseen las cualidades de esta lista y el sincero deseo de ayudar a sus pacientes lo mejor posible. En los hogares geriátricos ubicados en la ciudad de Medellín también puede encontrar un excelente apoyo.
Referencias:
Good Qualities of a Caregiver: http://work.chron.com/good-qualities-caregiver-9470.html 10 Things That Make In-Home Caregivers Stand Out: https://www.caring.com/articles/best-in-home-caregiver-traits Important Traits Every Caregiver Should Have: http://sonetosoftware.com/important-traits-caregiver/ Characteristics of Good Senior Home Care Providers: http://www.visitingangels.com/characteristics-of-good-senior-home-care-providers-article_65 The Top 10 Qualities of a Great Live-In Caregiver: http://www.liveincareforseniors.com/the-top-10-qualities-of-a-great-live-in-caregiver/ Characteristics of a Good Home Caregiver: http://careminderstucson.com/tucson-arizona-caregiver-characteristics-of-a-good-home-caregiver/ 10 Personal Qualities Required for an Aged Care Worker: http://myihna.hubpages.com/hub/Personal-Qualities-Required-for-an-Aged-Care-Worker
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¿Y qué tal si un buen cuidador también necesita habilidades de comunicación excepcionales? 🤔
¡Claro que sí! Un buen cuidador debe tener habilidades de comunicación excepcionales para establecer una conexión significativa con sus pacientes. La empatía y la comprensión son fundamentales en este trabajo. ¡Gracias por resaltar este aspecto tan importante! ¡Saludos! 🙌
¿Y qué tal si un buen cuidador también debe ser un excelente cocinero? ¡Imagínate! 🍳🤔
Buen punto, pero ¿qué tal si el cuidador prioriza otras habilidades igual de importantes? La cocina es genial, pero la atención, empatía y paciencia son fundamentales en esa labor. Cada uno tiene sus fortalezas, ¿no crees? 😉
¿Y qué tal si un buen cuidador también debería ser un experto en cocina? 🤔🍳
No necesariamente, un buen cuidador se evalúa por sus habilidades para brindar atención y cuidado, no por su destreza en la cocina. Es importante valorar las competencias necesarias para el cuidado de personas, más allá de las habilidades culinarias. 🤔
¿Pero cómo saber si un cuidador es realmente apasionado por su trabajo? 🤔
La pasión se demuestra con acciones, no solo con palabras. Observa cómo trata a los pacientes, si se esfuerza por mejorar sus habilidades, si busca aprender constantemente. La verdadera pasión se refleja en el compromiso y la dedicación diaria, no en simples afirmaciones. ¡Confía en lo que ves! 🌟
¿Y qué tal si el cuidador también debe ser un maestro del humor? ¡Risas garantizadas! 😄
¡Claro que sí! Un cuidador con sentido del humor puede hacer maravillas, pero no olvidemos la importancia de la empatía, la paciencia y el conocimiento técnico. El equilibrio es clave para brindar un cuidado de calidad. ¡Risas sí, pero con responsabilidad! 😄